Tan larga, tan larga, tan larga que cambia 3 veces de huso horario, no podía ser otra que la mítica RUTA 66, también conocida como la calle principal de América, 3.945 Km. que te harán pasar por ocho estados y todo tipo de paisajes.
Se abrió al tráfico el 11 de noviembre de 1926, pero debido a su tamaño no terminó de señalizarse hasta 1927 y no estuvo completamente pavimentada hasta 1938 y es que la carreterita tenía mucha tela y mucho, mucho asfalto o mejor dicho hormigón, ya que se construyó con bloques de unos tres metros de largo y… de color rosa, ¿Qué te parece?
En 1985 desapareció como carretera oficial victima del progreso o lo que es lo mismo, de la Red de Autopistas Interestatales.
Sin embargo, su encanto no solo no ha desaparecido si no que sigue siendo una de las rutas mágicas de nuestro planeta gracias a que montones de asociaciones reivindican y mantienen viva la “Histórica Ruta 66″ conservando transitable un 80% de su recorrido.
Y no, por mas que se empeñen en Santa Mónica y tengan instalada una placa dedicatoria al final de la Ruta 66, esta no llegó hasta allí, aunque estéticamente es bonito que acabe en el mar, la ruta acababa de verdad de la buena al principio de la U.S. 101, hoy es la intersección de Olympic Boulevard con Lincoln Boulevard.
La ruta se iniciaba en Chicago (Illinois), y atravesaba Misuri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California, hasta finalizar en Los Ángeles después de un recorrido de 2.450 millas (3.945 Km.).
Y se pusieron a construirla porque toda la Costa Oeste estaba prácticamente aislada del Medio Oeste y de la Costa Este por montañas, desiertos y terrenos áridos y yermos.
Pero lo que no se imaginaban era el enorme estallido económico que se iba a producir en su larguísimo recorrido cuando lo que simplemente querían era comunicar unas zonas con otras.
Al ser la mayoría de su trazado llano se convirtió en una rentabilísima ruta para camiones que transportaban todo tipo de mercancías, en sus arcenes surgieron numerosos negocios, brotaron miles y miles de gasolineras, restaurantes, moteles, tiendas, talleres mecánicos, poblaciones y todo tipo de actividades turísticas.
En los años 30 cuando llego la gran depresión y una tremenda sequía asoló las regiones de campo del medio oeste, la Ruta 66 se convirtió en la ruta de la esperanza, el camino hacia la tierra prometida, al final de ella había un sueño: California, donde siempre había sol, trabajo y cosechas abundantes.
También su estética con sus polvorientas e infinitas carreteras, sus espectaculares montañas, los desiertos, sus excéntricos garitos y llamativos parajes como el Gran Cañón del Colorado, el famoso Desierto Pintado, El Bosque Petrificado o lo que fue territorio de Semínolas y Cherokees han sido el decorado o la inspiración para el mundo del cine, los libros o la televisión en obras como Rain Man, Carretera al infierno, Easy Rider, Thelma y Louise, Cars, Las uvas de la ira, El diablo sobre ruedas, The Blues Brothers, Bagdag Café, Bonnie and Clyde, Sólo se vive una vez…
Definitivamente es una carretera en la que el viaje hoy en día es mas espiritual que físico y con el que sueñan realizar miles de personas repartidas por todos los rincones del planeta.
Un itinerario en el que soñamos encontrar espectaculares parajes de indios y colonos con moteles y cafés donde se sirven increíbles hamburguesas por espectaculares camareras de bares de ruta junto a gasolineras de cine con brillantes camiones cromados de 20 ejes, mientras ángeles del infierno con tatuajes y Harleys beben interminables cervezas junto a roqueros con chupas de cuero y botas de chúpame la punta que escuchan el Rock & Roll de Memphis, música country o espirituales negros.
Si este es tu sueño, ¿A qué esperas?, ponte en marcha.